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8 diciembre, 2024
Lidia Rodríguez: “He sido campeona del mundo sub21 y quiero serlo a nivel absoluto”

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Lidia Rodríguez: “He sido campeona del mundo sub21 y quiero serlo a nivel absoluto”

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Lidia Rodríguez: “He sido campeona del mundo sub21 y quiero serlo a nivel absoluto”

Hace poco menos de dos años los Juegos Olímpicos de Río centraban la atención del planeta deporte. Poco antes de su inicio, el Comité Olímpico Internacional había aprobado nuevos deportes de cara a los Juegos de Tokio 2020. Entre ellos, uno que fue recibido con los brazos abiertos por parte del deporte español: el kárate. La buena salud de la que goza esta disciplina a nivel español se ve todavía reforzada en una de las dos modalidades en las que este deporte será olímpico: la kata. Esta disciplina, en la que muchos de los grandes torneos internacionales han escrito su palmarés en clave española, goza de gran salud en territorio nacional tanto a nivel absoluto, con Damián Quintero y Sandra Sánchez como grandes estrellas mundiales, como en categorías inferiores.

Porque las nuevas generaciones aspiran a continuar ese trabajo. Una de las líderes de estas es Lidia Rodríguez Encabo (23 de abril de 1997), quien el pasado mes de febrero se proclamaba a nivel individual campeona de Europa sub21 por segunda vez en su carrera, justo unos meses después de hacerse con el título universal en la misma categoría, el pasado mes de noviembre. Aunque, eso sí, la consolidación absoluta llegaba apenas hace un mes: Lidia se proclamó subcampeona de Europa en kata por equipos junto a Marta García y Raquel Roy, con quienes integra en la actualidad el equipo español en categoría sénior.

En definitiva, la suya ha sido una adaptación casi perfecta a la categoría absoluta, en la que espera continuar la lista de grandes resultados. Todo, gracias a unos inicios en los que se decantó por el deporte que marcaba tendencia en su colegio, a pesar de que eran el ciclismo y el baile los que llamaban a su puerta. “Mi primo era subcampeón de España de ciclismo y yo hacía baile. Pero era muy nerviosa y quería algo más movido”, relata. Se decidió por continuar ese orden establecido en su escuela y, en el gimnasio, le llamó la atención la modalidad de kata. “Mi entrenador apostó por mí y me hizo decidirme por ella”, cuenta.

Los grandes trabajan cinco o seis katas de competición y eligen el más adecuado en función de su oponente

La kata pone en práctica una serie de movimientos, pasos y giros de los cuales se valora la técnica, imprescindible para aplicarla después en la modalidad de combate, el kumite. “Cuando estás a cierto nivel es muy complicado compaginar las dos modalidades”, explica Lidia. No hay nadie, de hecho, que llegue a dominar completamente todas las técnicas que requieren los katas. Ella lleva intentándolo desde los cinco años y su progresión desde entonces le ha colocado entre las mejores del mundo. “Empiezas con unos movimientos de katas básicos, luego les metes dificultad y al final realizas otros de nivel superior de competición”, explica sobre la progresión en esta disciplina. La manera de enfocarla es totalmente distinta al kumite y es fundamental entender la aplicación de los movimientos que se realizan para poder hacerlos correctamente. “El kumite hoy está muy centrado en la competición. Para entender el significado del kata tienes que aplicarlo en una realidad y hoy su aplicación real sería el kihon, que nos hace comprender para qué se realiza cada movimiento”, añade Lidia.

Lidia ya ha logrado meterse en las peleas por las medallas en competiciones de la Premier League y de las Series Mundiales

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Por ello, sin renunciar a los ejercicios de contacto, se exprime en el dominio de la técnica del kárate. Cada kata, cuya duración suele oscilar entre uno y dos minutos, requiere un mínimo de un año de preparación para ejecutarla a la perfección. Ya no solamente a nivel físico, sino también en términos de expresividad, la cual gana enteros si surge de manera innata en cada competidor. Entender el funcionamiento de cada una y su aplicación a cada momento permite a los deportistas escoger cuál es el más adecuado para el enfrentamiento con cada rival. “Casi siempre son cinco o seis rondas de competición. Los grandes tienen cinco o seis katas diferentes, algunas más fuertes y otras más flojas en función de la dificultad. Eliges cuál hacer en función del nivel del contrincante”, afirma Lidia. A partir de una base, los katas van ganando en dificultad por parte del competidor que los realiza con el paso de los años. Ella, por ejemplo, lleva siete años con la misma base de sus ejercicios, aunque con continuas mejoras y adiciones de dificultad que le hacen ir aumentando también la calidad de sus resultados.

La realización de las katas requiere una concentración absoluta. “Sientes la adrenalina que te transmite el subconsciente, pero te enfocas en ti mismo. Se trata de hacer lo que haces siempre”, cuenta Lidia sobre su método para dominar los nervios. “Es algo que llevas trabajando desde pequeña. Sientes ese respeto hacia el ejercicio que hace que la concentración acabe llegando sola”, comenta. El respeto y, por supuesto, un trabajo incansable, con unas cinco horas al día de entrenamiento con el objetivo de progresar continuamente. Lidia hace cada día tres horas de kata, una de físico que a veces se ve incrementada y otra hora de técnica. Es el mayor precio que hay que pagar por estar arriba, aunque no el único. “Combino el kárate con la carrera de Educación Infantil, donde estoy en tercero, y hasta este año lo llevaba todo bien. Últimamente, aunque continúo estudiando, ya ha sido imposible estar totalmente al día”, reconoce.

En categoría absoluta lo que más se nota es la forma física. Se requiere más potencia y más fuerza y no tienes opción de fallar

Porque las competiciones de primer nivel han sido muchas para Lidia. La preparación del Mundial, la del Europeo o la participación en las diferentes competiciones de la Premier League, máxima competición por etapas del kárate, han requerido una dedicación casi absoluta por su parte a su deporte. En gran medida, por el ascenso de la categoría sub21 a la absoluta y la necesidad de evolucionar para que, en un deporte en el que los árbitros deciden el resultado final, se note lo menos posible la diferencia con deportistas más experimentados. “Los árbitros te ven subir de una categoría a otra y notan quién tiene más experiencia en la absoluta. Tengo que evolucionar, pero creo que me está yendo bastante bien y se me está valorando como merezco”, agradece Lidia. En duelos de uno contra uno, son cinco árbitros quienes deciden a quién otorgan su punto. La suma de los obtenidos por cada competidor determina el ganador de cada combate. “Cuando piensas que merecías ganar y no lo has hecho, intentas detectar y analizar los errores para darles la vuelta, aunque al final es muy subjetivo”, explica Lidia.

El reto de ganar galones entre las mejores

Sin embargo, la unanimidad con sus ejercicios en categorías inferiores ha sido prácticamente total, situación que ha provocado el desembarco de Lidia a nivel absoluto con muchos galones. Eso sí, la diferencia se nota. “Ahora llevo más carga de trabajo y es todo más complicado”, admite Lidia, obligada a mejorar constantemente ante el mayor nivel de las rivales. “Lo que más se nota es la forma física. Aquí se requiere más potencia y más fuerza; no tienes opción de fallar”, añade.

Lo ha comprobado en primera persona este año en grandes competiciones. Lidia es la actual número 12 del mundo en su disciplina, tercera española tras la líder Sandra Sánchez y una Raquel Roy que ocupa el octavo puesto mundial. España tiene a otras dos top20 mundiales como Marta García (decimosexta) y Yaiza Martín (decimonovena). Ya ha comprobado este año las altísimas exigencias que requiere la élite en las grandes competiciones y en los dos grandes circuitos internacionales del mundo del kárate, la Premier League y las Series A. En una competición de cada una de ellas se ha quedado al límite de subir al podio: en la Premier League de París y en las Series Mundiales de Guadalajara, Sandra Sánchez, referente tanto español como mundial en esta disciplina, le derrotó en los respectivos combates por el bronce.

Lidia Rodríguez aspira a seguir aumentando su amplia colección de medallas a nivel absoluto
Lidia Rodríguez aspira a seguir aumentando su amplia colección de medallas a nivel absoluto

Eso sí, saber que ya está compitiendo con las mejores le da fuerzas para el futuro inmediato. “Yo he quedado campeona del mundo sub21 y ahora el objetivo es quedar campeona del mundo absoluta”, avisa con ambición de cara al futuro. Para ello se prepara con intensidad, aunque han sido varias las lesiones que le han mermado en los últimos meses. En las últimas semanas, Lidia fue operada de la muñeca derecha. De hecho, ya fue intervenida de una rotura de tendón el año pasado, lo que le obligó a estar tres meses fuera de la competición. Pese a ello, Lidia nunca ha dado un paso atrás en cuanto a resultados: disputó hace aproximadamente un mes un Campeonato de Europa absoluto en el que, con Sandra Sánchez como referente a nivel individual, se colgó esa plata por equipos. “El objetivo, aunque difícil, era quedar campeonas de Europa”, reconoce con ambición sobre una final que a España se le escapó frente a Italia. Este año no se pudo lograr, pero Lidia no lo descarta de cara al futuro. “Somos tres chicas muy jovencitas, pero tenemos mucho potencial”, avisa.

Un potencial que Lidia aspira a exprimir algún día en unos Juegos Olímpicos. “En categoría absoluta ya tienes la opción de acudir. Se está apoyando más a nuestro deporte desde que es olímpico y estoy segura de que el kárate va a evolucionar mucho más de aquí a Tokio”, explica. Por ahora, tan solo la categoría individual de la kata será olímpica y, con una plaza por país, Lidia sabe que tendrá complicado lograr la plaza ante la presencia de Sandra Sánchez. “Es muy difícil clasificarme, pero no lo voy a poner fácil. Hay rivalidad dentro del equipo, pero se queda en el tatami porque al final depende de los árbitros la decisión sobre el ganador”, cuenta sobre cómo incide tanta competencia en el seno del equipo español.

Valoro cómo he sido capaz de solventar situaciones de dificultad y sueño con alcanzar medallas a nivel olímpico y ser campeona del mundo

Sin embargo, ver que puede pelear con compañeras que están en la élite no hace más que reforzar los sueños de futuro de Lidia. “Lo que más valoro hasta el momento es a la gente que me ha apoyado y cómo he sido capaz de solventar situaciones de dificultad, lesiones o de quedarme fuera de campeonatos para seguir luchando por el objetivo”, explica. Siempre, sin bajar el nivel de exigencia. “En mi caso vengo de ser campeona de Europa el año pasado y piensas que tienes que repetirlo, aunque sea una categoría nueva. Si no sabes medir esas exigencias es complicado llevar el peso de la competición”, añade.

Eso sí, sabe que esa exigencia es necesaria para alcanzar sus metas. “Mi sueño es alcanzar medallas a nivel olímpico y mundial y ser campeona del mundo. En cuanto a los Juegos, para Tokio es muy difícil clasificarme aunque no me vea lejos de las top. Pero antes tengo que conseguir ese respeto en categoría sénior. Creo que para París 2024 sí podría estar luchando por el podio”, relata. En ese camino a largo plazo el kárate sigue luchando por más ayudas para sus jóvenes deportistas, las cuales les permitan competir en más eventos a nivel internacional para mantener los resultados de altísima calidad que están llegando en la actualidad en clave absoluta.

Lidia sigue ese camino hacia la consolidación. A base de cuidar todos los detalles y de sus ganas inquebrantables por seguir creciendo se va ganando con el paso de los meses un lugar de privilegio dentro del kárate mundial. Va aumentando el control sobre los katas al mismo tiempo que mantiene firmes los valores que desprende una disciplina centenaria como el kárate. Su respeto por su deporte y su dominio de la concentración ya le han llevado a convertirse en una de las grandes referentes de la kata en categorías inferiores. Y aspira a repetir éxitos a nivel absoluto. Lidia sigue trabajando en busca de culminar con éxito su desafío de dimensión mundial.

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