En una esquina de los Pirineos, donde la historia se entrelaza con la excentricidad, se encuentra Andorra, un principado conocido por su sistema de gobierno peculiar, el coprincipado. Pero, ¿sabías que este pequeño país tuvo un rey, aunque solo fuera por unos días? Esa es la increíble historia de Boris I de Andorra.
Un Aventurero con Ambiciones Reales
Boris Skósyrev, nacido en 1896 en Vilna, entonces parte del Imperio Ruso, era un hombre de muchas vidas. De origen noble ruso, su juventud estuvo marcada por la Primera Guerra Mundial y la Revolución Bolchevique, que lo llevaron a buscar asilo en el Reino Unido. Allí, según algunas fuentes, trabajó para la Marina Real Británica y más tarde en misiones secretas para el Ministerio de Asuntos Exteriores británico. Su vida aventurera lo llevó a diversas partes del mundo, incluido Andorra, donde vio una oportunidad para dejar su huella de una manera bastante inusual.
La Proclamación del Rey
En 1934, Andorra era un país de menos de 4.000 habitantes, donde la vida seguía ritmos casi feudales. Boris llegó con promesas de modernización, libertad y prosperidad. Su plan era convertir Andorra en un paraíso fiscal similar a Mónaco, lo cual incluía inversiones extranjeras y la introducción de bancos. A cambio, solo pedía una cosa: ser reconocido como el rey de Andorra.
El 8 de julio de 1934, con el apoyo de 23 de los 24 consejeros del Consell General de les Valls, Boris se autoproclamó «Boris I, Rey de Andorra». Su reinado duró apenas 13 días, marcados por la redacción de una constitución que prometía libertad política, religiosa y de imprenta. Sin embargo, su sueño de monarquía fue efímero.
El Fin de un Reinado Corto
La figura de Boris I no fue bien recibida por todos. El obispo de Urgel, uno de los copríncipes de Andorra, veía su proclamación como una usurpación. El 21 de julio de ese mismo año, la Guardia Civil española, bajo las órdenes del obispo, arrestó a Boris en Andorra la Vieja. Fue llevado primero a Barcelona y luego a Madrid, donde fue juzgado bajo la Ley de Vagos y Maleantes.
Tras su detención, Boris fue expulsado a Portugal, y su vida después de este incidente se desvanece en el misterio, con informes de que vivió en varios países europeos antes de desaparecer de la historia conocida.
El Legado de un Sueño
Aunque Boris I no tuvo un reinado duradero, su historia se ha convertido en una curiosidad histórica que añade color a la rica narrativa de Andorra. Hoy en día, su breve monarquía es recordada más como una anécdota que como un evento significativo en la política andorrana, pero ha inspirado novelas, juegos de escape al aire libre y hasta rutas turísticas que exploran su leyenda.
La figura de Boris Skósyrev es un recordatorio del carácter único de Andorra, un país que, a pesar de su tamaño, guarda historias que desafían la lógica y la norma. Su intento de coronarse rey es, sin duda, una de las más pintorescas y audaces aventuras de la historia europea del siglo XX.
Referencias:
Este relato ha sido elaborado con base en información disponible en fuentes como «La Vanguardia», «El Nacional», «La Razón», entre otros, que narran la vida y el efímero reinado de Boris I de Andorra.
Más historias
El Taekwondo cumple 65 años
Tiempo de ERTA