Mónica Irungaray, directora de la Comisión respectiva dentro de la Federación Argentina de Karate, habló de esta modalidad que cada vez gana mayor número de adeptos.
En aras de una eficiente participación de un número cada vez mayor de personas con discapacidad, favoreciendo su inclusión social, cumpliendo con los lineamientos internacionales que regulan su práctica y normatividad nacional deportiva vigente, la Federación Argentina de Karate creó en el 2015 la Comisión de Para Karate.
Para ello designó como directora de la misma a Mónica Irungaray, quien desde aquel momento ha venido trabajando en el desarrollo de este deporte adaptado que en su fase intercompetitiva tiene básicamente las mismas normas que el karate en su modalidad de kata.
Los participantes realizan series específicas de movimientos, conocidas en karate como katas (formas), y luego son evaluados, de forma individual, por cinco jueces que dan los puntajes.
Es una disciplina en la que pueden participar personas con dificultad motriz, ceguera o disminución visual y discapacidad intelectual, en distintas categorías.
En una entrevista, la profesora Mónica Irungaray contó detalles de esta modalidad que significa una importante herramienta de sociabilización.
- ¿Cómo surgió la faceta del Para Karate dentro de la disciplina?
- Esto surge en la Federación Mundial como proyecto. Acá en la Argentina el Comité Olímpico hace una capacitación a través de un programa de solidaridad olímpica. Como la FAK está reconocida por el Comité, me designa como representante. La propuesta es capacitarte en gestión deportiva pero pensando en un proyecto específico.
Tuve que hacer un análisis de toda la Federación con guía de este programa y todos los temas que surgían me pareció que podían servir. Los presenté a la FAK y el sensei García Maañón, su presidente, dijo que aprobaba el comienzo.
- ¿Qué elementos se necesitan aprender para poder estar a cargo de una clase?
- En primer lugar aprovechar las capacitaciones que se realizan desde la Comisión Nacional. Siempre se convoca a alguien que esté en el tema para conocer las características de las discapacidades que abarca el programa. A partir de ahí adaptarlos a las herramientas específicas del deporte.
Lo fundamental es que el profesor quiera y le gusta trabajar con personas con discapacidad, porque eso es algo personal. Por más herramientas que pueda brindarle, si no le gusta será una tortura para él y para el alumno.
No toda la sociedad está preparada para la discapacidad. Entonces la persona que decida hacer esto, debe tener ganas. A partir de ahí está la Federación con las capacitaciones oficiales que se dictan para darle las herramientas necesarias para que el profesor pueda entender la discapacidad y adaptar los contenidos a las actividades de cada una de las discapacidades.
- ¿Cuáles son las discapacidades que atienden particularmente?
- Discapacidad visual, discapacidad motriz en silla de ruedas, discapacidad intelectual que incluye síndrome de down. Eso como reglamento para la competencia. Pero lo que es el aprendizaje del deporte, eso es libre para cualquiera. Así como decimos que no hay límite de edad, tampoco tiene que haber límite de las condiciones o características de quien quiera aprender el deporte.
Siempre se pretende que sean prácticas inclusivas, es decir que no sea por un lado las personas con discapacidad y por el otro las convencionales. En lo posible participar todos juntos.
Por las características, las personas con discapacidad tienen otro ritmo y tienen que detenerse más que con la que no tiene discapacidad. Una vez que la que tiene discapacidad comprendió el concepto de lo que tiene que hacer, está bueno incluirla en el resto del contexto de la práctica del deporte.
- ¿A nivel internacional cómo está la Argentina en cuanto a la faz deportiva?
- Todavía no hemos participado de competencias internacionales. El proyecto fue en una primera instancia formar y hacer una buena base. A partir de ahí generar la participación deportiva. Uno de los requisitos es tener 16 años y una categoría avanzada.
A principios de año se había hablado de tener la primera participación en un Sudamericano. Se iba a hacer en Punta del Este (Uruguay) y después se pasó a La Paz (Bolivia), pero el coronavirus cortó todo y quedó trunco.
Cuándo se compite con un compañero como una especie de guía ¿sólo se evalúa al atleta?
A nivel regional o provincial hay flexibilidad en la aplicación del reglamento. En lo más chicos cuesta mucho memorizar todas las técnicas y las direcciones hacia donde se tienen que desplazar, entonces se autoriza a algún compañero de dojo para que esté junto a él para ir guiándolo. Pero los árbitros sólo evalúan la técnica del competidor.
¿En cuántas provincias hay Para Karate en la Argentina?
Estamos en alrededor de 18 provincias. En total ya contamos con cerca de los 100 practicantes. No todo el mundo tiene que participar de la competencia. Hay algunos que no les gusta y es totalmente valedero. Lo importante es que hagan actividad física. Es muy importante acrecentar su acervo motor y la sociabilización. Participar de un evento, porque es una categoría más del torneo, les posibilitar convivir con los demás.
¿Qué siente trabajar en Para Karate?
Uff! Es tremendo. Ver los progresos que tienen los alumnos es muy enriquecedor. Me saco el sombrero por ellos. El hecho de que la familia se sienta tan marginados por los prejuicios, cuando tienen un espacio donde pueden compartir, estar con otros y ser un par, no se puede creer. ¿Cómo puede ser que te agradezcan algo que es su derecho? Pero les pasa. Tiene que ser natural y trato de transmitir eso. Entender que hay distintas formas de hacer las cosas.
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