El mundo del kárate perdió la semana pasada al maestro Michio Kodama
El mundo del kárate perdió la semana pasada a un gran referente. Tal y como rezaba su esquela, el cuerpo y el espíritu del maestro Michio Kodama se separaron el pasado 2 de diciembre a los 63 años de edad.
Sus primeros contactos con el arte marcial al que dedicó gran parte de su vida le llegaron en Osaka, adonde se trasladó para estudiar Ingeniería Electrónica. Allí se introdujo en los estilos Goju Ryu y Kyukusinkai. Cuando llegó a trabajar a Tokio se enamoró del kárate Shotokai del maestro Egami hasta el punto de practicarlo y convertirlo en el eje de su vida. Esta filosofía se basa en dominar la fuerza del equilibrio a través de la forma, la técnica y la fuerza interna.
Sus ganas de conocer el mundo hicieron que se plantease la idea de visitar Estados Unidos, pero el destino quiso que un compañero le convenciese para que lo acompañase a España. En 1981 llegó a Sevilla, y solo un mes después, se mudó a A Coruña para convertirse en el ayudante del maestro Hiruma, al que ayudó a divulgar el kárate por España, Portugal e Italia. En A Coruña conoció a su mujer Pilar, su compañera de vida y madre de Francisco Javier e Irene.
Su faceta de divulgador de artes marciales continuó, si cabe con más energía, a partir de 1993, cuando se hizo cargo de la que sería la actual Escuela Kodama y fundó la Asociación Cultural Keiko. Además de ser maestro de Kárate-Do, era el número 2 de Katori Shinto Ryu, el estilo más antiguo de Japón en el manejo de la katana y de otros conocimientos de los samurái.
En el 2009 el gimnasio central de Shotokai en Japón le reconoció con un certificado, que le entrego el maestro Matsuyama, su gran labor como divulgador del kárate y la cultura japonesa.
lavozdegalicia
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