La karateca ha logrado en el año de su 37 cumpleaños ser la mejor del ranking, elegida por la WFK la mejor del siglo y ganar el Mundial
Sandra Sánchez (Talavera de la Reina, 1981) ha completado el año perfecto: la primera del ranking, la mejor del siglo para la WFK y campeona del mundo.
-¿Cómo es su nueva vida ahora como campeona del mundo de karate?
.Desde el 10 de noviembre es casi un sinvivir. Tuve una semana de descanso por lo que se refiere al karate, pero no era absoluto, porque iba a muchos sitios y me pedían que hiciese alguna kata, y como no se trataba de hacer algo para cumplir, pues me esforzaba. Y luego, la locura.
-¿A qué se refiere?
-Pues a que he tenido que compaginar esta vida social con el deporte, y aunque tenga una agenda muy completa lo que no perdonamos son los entrenamientos. No me salto ninguno, esté donde esté, y le aseguro que he tenido muchos viajes y kilómetros, ya que me gusta cumplir con la gente que se interesa por mí.
-¿Le ha sorprendido el eco que ha tenido su medalla de oro?
-Sinceramente, sí, porque no me esperaba que mediáticamente tuviese tanta repercusión, aunque para ser sinceros, creo que me ha ayudado del buen momento del deporte femenino general español, y que se está dando también importancia a nuestros logros en la sociedad.
-¿A cuántas personas ha tenido que sortear para evitar decirles no?
-Realmente no me gusta esconderme, y cuando la gente se me acerca a darme un abrazo o a que nos hagamos una foto, personas a las que no había visto en mi vida y me reconocen y me dicen que me quieren saludar, pues yo disfruto porque veo que esas personas están valorando los principios que yo defiendo en mi deporte. Eso me emociona, ser una parte pequeña de esas personas en un momento de sus vidas.
-A los campeones les crecen los amigos como setas, se quejan algunos.
-De eso también soy consciente, de los amigos circunstanciales que me surgen ahora. Pero eso es parte del éxito deportivo, aunque yo espero que no me cambie a mí, que siga siendo la misma, la que ha llegado donde estoy.
-¿Se ha dado cuenta de que 2018 es su año? La mejor del ranking, la mejor del siglo para la Internacional (WFK) y oro mundial.
-Ahora sí, que ya soy campeona. Antes la gente me daba la enhorabuena porque se pensaban que era la mejor, pero yo no lo era. Sí, dominaba el ranking pero nunca había ganado a la japonesa, a la campeona mundial, a Kiyou Shimizu. Ahora, por el tiempo que sea, sí soy la mejor.
¿Para mucho tiempo?
-Pues ya veremos. Intentaré que sea por el mayor tiempo posible, pero hay mucha competencia. Y como ahora somos un deporte olímpico, hay muchos países invirtiendo en sus deportistas para ganar el oro en los Juegos. Y están las novedades, el nuevo código, que es una incógnita para todos los deportistas.
-¿Quiere decir que se van a encontrar novedades desconocidas en la puntuación de los jueces?
-Pues sí, porque ahora quieren cambiar la filosofía de las katas, dando más importancia a la técnica que a la ejecución. No nos han explicado nada, así que ya iremos viendo cómo influyen las novedades y cómo se adaptan los jueces, pero tengo la sensación de que cambiar las reglas en este momento no es lo más justo.
-¿Qué otras reivindicaciones plantea desde su posición de campeona mundial?
-Optaba a ser representante de los deportistas en la Federación Internacional, pero en las elecciones que hubo durante el Mundial no salí elegida. Estaba centrada en el campeonato y no hice campaña, pero sí tenía algunas ideas para las mujeres. Por ejemplo, el sistema de puntos, replantearlo al menos cuando una mujer se queda embarazada, porque pierdes dos años y prácticamente te quedas fuera de cualquier posibilidad por mantenerte en la élite. A lo mejor hay que estudiar cómo lo hacen en otros deportes, en el tenis por ejemplo, para no dejar tan desprotegidas a las mujeres que opten por la maternidad.
-¿Lo dice pensando en usted, en una maternidad próxima?
-Eso lo pensaremos para después de los Juegos Olímpicos, a los que quiero llegar para competir, aunque no es algo que ya esté conseguido porque nos quedan por delante casi una veintena de torneos puntuables para ganar la clasificación. En general, es un planteamiento para todas nosotras y que tenía previsto exponer si hubiese sido representante de los karatecas.
-¿Está preparando novedades en su repertorio deportivo para los próximos torneos?
Hasta ahora tenía siete katas, ya que en los grandes torneos debía usar cinco o seis. Con el nuevo reglamento vamos a competir menos, pero sí, siempre hay alguna cosa nueva que preparas para sacarlo en la competición. En algunos casos ya he probado katas que luego he retirado. Todos vamos probando cambios por nuestra salud mental, claro, porque lo repetimos tanto a lo largo de muchos años que te puede agotar.
-¿De todas las invitaciones que ha tenido en este mes qué es lo que más le ha emocionado?
De niña siempre le decía a mi padre que quería ir en las carrozas de la cabalgata de los Reyes Magos, y siempre me decía que no, que no iban las chicas. Pues bien, el Ayuntamiento de Talavera me ha hecho el honor de prepararme una carroza, con mi imagen, y así, el próximo 5 de enero, estaré en mi pueblo tirando caramelos y cumpliendo un sueño que parecía imposible de cumplir. Esa cita es obligada, no me la quiero perder por nada del mundo.
-¿Y lo más inmediato en su agenda?
Volver a competir. Esta semana tengo una prueba en Shanghái: no me hubiese inscrito de saber que iba a ganaba el Mundial, porque no me da muchos puntos, pero ahora hay que cumplir la palabra.
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