Entre los casi 11.000 participantes en los Juegos Olímpicos de Tokio, pocos pueden presumir de una hoja de servicios en la que figuren ocho medallas mundiales y 22 continentales.
Ese es el historial del karateca venezolano Antonio Díaz, que afronta los Juegos desde el cuarto lugar del ránking olímpico de katas, entre un grupo de máximos aspirantes a medalla que comparte con el español Damián Quintero.
“Quiero estar montado en el podio y confío en el nivel que tengo”, afirma a sus 41 años el deportista caraqueño, dos veces campeón mundial y dieciséis campeón panamericano.
Único en la historia que estuvo ocho ediciones consecutivas en el medallero de los campeonatos mundiales, entre 2002 y 2016, Díaz será en Tokio abanderado de su país junto a la atleta Yulimar Rojas.
Antes de viajar este martes a Japón desde Miami, donde se ha entrenado durante las últimas tres semanas, Díaz dijo a Efe que está dispuesto a “dar espectáculo” para reivindicar la valía de un deporte que se estrenará y se despedirá como olímpico en Tokio, tras ser ignorado en el programa de París 2024.
.P. Después de este retraso de un año en los Juegos, y ante el debut olímpico de su deporte, ¿qué sensaciones lleva en la maleta en su viaje a Tokio?
R. Estoy muy emocionado. Después de todo lo que ha pasado en el último año, aún más. El camino clasificatorio fue largo, la pandemia luego lo paró todo y ahora, por fin, veo los Juegos cerquita. Es cierto que no van a ser los Juegos que había imaginado porque mi familia no podrá estar allí, como habíamos planificado. Pero los voy a disfrutar muchísimo, para mí son un sueño en el que he ido cumpliendo cada meta y en el que ahora tengo la ilusión de estar luchando por una medalla.
P. Muchos deportistas, a la postre, contemplan este año de retraso como positivo porque les ha permitido descansar, planificar mejor sus entrenamientos o recuperarse de lesiones. ¿Es así en su caso?
R. Sí le veo un punto positivo. He podido descansar un poco porque venía de un ritmo de competencias muy fuerte. Era difícil entrenar cosas en las que yo veía que fallaba, porque venían otros eventos y no podía parar. Creo que cuando se retomaron las competencias se notó que llevábamos tanto tiempo sin competir, pero en general creo que el parón fue más positivo que negativo.
P. ¿En algún momento temió por la cancelación definitiva de los Juegos?
R. Cuando salieron malas noticias al respecto procuré estar calmado. La verdad es que nunca pensamos que un año después la situación de la pandemia no nos dejaría aún estar tranquilos. Yo estoy vacunado pero me sigo cuidando muchísimo y tomo todas las precauciones.
P. Solo once karatecas de todo el mundo se reunirán en Tokio para disputar la competición de katas…
R. …¡Sí! Recuerdo cuando en otros Juegos, cuando un atleta quedaba entre los diez primeros ¡ya se consideraba un éxito!
P. Y ahora que ya conoce a todos los que serán sus rivales, ¿qué opciones de medalla se concede?
R. Todos los clasificados son muy fuertes, pero hay un grupo de tres, el japonés Ryo Kiyuna, el español Damián Quintero y el turco Ali Sofuoglu, que son los más duros. Algunos llevan mucho tiempo en la alta competición, pero también los hay jóvenes que vienen con ganas, como el propio turco o el estadounidense Ariel Torres. Yo sueño con una medalla, la visualizo. Quiero estar montado en el podio y confío en el nivel que tengo. Voy decidido a disfrutar de algo que para mí será muy especial y estoy enfocado a vivir al máximo cada detalle.
P. Según el sistema de competición en los Juegos, deberá presentar dos katas en primera ronda, uno más si se clasifica para la segunda y, de continuar avanzando, otro en la lucha por el oro o por el bronce. ¿Tiene ya elegidos sus cuatro katas?
R. Estoy trabajando con cinco. Los que haga van a depender del sorteo. Aparentemente habrá dos cabezas de serie, que serán Damián Quintero y Ryo Kiyuna, y todo dependerá de cómo queden formados los grupos con el resto.
P. Siempre se ha referido a estos Juegos como un punto final de su carrera, que alargó precisamente para estar en ellos. ¿Mantiene la idea?
R. Quiero que estos Juegos sean como un cierre. Pero había un campeonato panamericano que suspendieron para hacerlo después de los Juegos (en Punta del Este, Uruguay, en octubre) y eso me puso a pensar. No sé. Ahora voy a disfrutar de los Juegos y luego ya lo pensaremos.
P. En todo caso, ¿su futuro a medio plazo pasa por el kárate?
R. Me gustaría seguir trabajando en los organismos del kárate y tengo también previstos varios viajes a algunos seminarios. Está también mi escuela en Venezuela. Me gusta la enseñanza, transmitir mis conocimientos.
P. Es candidato a miembro del COI en representación de los deportistas. Es otra puerta que se le abre para el futuro.
R. Sería muy bonito poder hacer esa función, que ya hago en la Federación Mundial, donde aún me quedan dos años.
P. Gracias a su condición de candidato o abanderado, ¿podrá estar en Tokio más tiempo en la Villa Olímpica?
R. Sí, por ser candidato a la comisión de atletas del COI podré quedarme el periodo completo de los Juegos, sin las limitaciones de tiempo que tendrán el resto de deportistas.
P. Tras la supresión del kárate del programa de los Juegos de París 2024, se percibe entre los karatecas un deseo grande de reivindicar en Tokio el valor olímpico de este deporte y demostrar su tirón.
R. Totalmente. Queremos dar un gran espectáculo. Que se vea el potencial que tenemos y que merecemos estar en los Juegos. Por eso será un doble honor desfilar con la bandera junto a Yulimar: por nuestro país pero también, en mi caso, por ser un representante del kárate.
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