El bolañego encara con una motivación extra un 2018 en el que comienza la clasificación para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, en los que se estrenará el karate
Matías Gómez lleva casi diez años en la élite del karate nacional e internacional. Un excesivo tiempo de entrenamientos y competiciones que a muchos les llevaría al cansancio, a la fatiga o a la desmotivación. Pero este no es el caso del deportista de Bolaños de Calatrava, que asegura mantener las mismas ganas y la misma ilusión que en sus comienzos, cuando ya ganaba títulos en categorías inferiores, destacando un oro en el Campeonato del Mundo cadete de Estambul (Turquía), en octubre del 2007, con tan solo 17 años. En este momento, en lo más alto del podio, fue consciente de que iba a poner todo su esfuerzo, su dedicación y su juventud en este deporte.
Luego llegaron los éxitos absolutos en su peso de kumite -60 kilogramos, como aquellos títulos de campeón de Europa en 2012 en Tenerife y en 2016 en Montpellier (Francia), o los dos títulos de campeón del Mundo Universitario, además de un bronce en el Mundial y dos platas y otros tantos bronces en Europeos. Un largo número de podios, a los que hay que sumar siete victorias en Campeonatos de España y el pasado año un bronce en los Juegos Mundiales, que refrendan la regularidad y el poderío de Matías Gómez en el karate.
Ahora en 2018 el bolañego quiere seguir ampliando su palmarés. Y lo hará con un plus de motivación, el que otorga al mundo del karate el hecho de que este deporte entre por vez primera en unos Juegos Olímpicos, los de Tokio 2020. “Llevábamos toda la vida esperando esto. Uno siempre tiene muchas ganas cuando empieza un nuevo año, pero ahora tenemos una ilusión a medio-largo plazo, un objetivo nuevo, unos Juegos Olímpicos que para nosotros es una motivación extra que los karatekas necesitábamos”, señala Matías Gómez, que apunta ya hacia el año 2020, hacia la capital de Japón, en donde debutará el karate: “Quizá a algunos karatekas les pille algo tarde, pero todos deben estar orgullosos de que al final su deporte va a estar ahí y todos han aportado su granito de arena para ello. A mí creo que me va llegar en mi mejor momento, con 30 años”.
Precisamente la clasificación para competir en los Juegos Olímpicos de Tokio comenzará a gestarse en este 2018. Aún no es oficial, pero todo hace indicar que será a partir de este verano, posiblemente en el mes de julio, cuando Matías comience a jugarse estar entre los diez competidores que pujarán dentro de dos años por las medallas olímpicas en kumite -67 kilógramos, ya que en esos Juegos se pasará de las cinco categorías habituales a solo tres y la del karateka provincial, -60 kgs, quedará encuadrada dentro de la de -67 kgs. “Estos primeros meses serán de tanteo, para tratar de encontrar bien la forma y probarme con mis rivales. Pero luego a partir del verano iré a cuchillo, como se suele decir”, avisa Matías Gómez, ya que será entonces cuando las competiciones otorgarán puntos importantes para el ránking mundial que determinarán la clasificación a los Juegos Olímpicos. De hecho, obtendrán el billete los dos primeros del ránking de kumite -60 kgs (por los que luchará el de Bolaños) y los dos primeros del ránking de -67 kgs, además de dos que lo harán con una ‘wild card’ (invitación) y tres en el Preolímpico de 2020. A ellos se unirá el invitado, un karateka japonés por el hecho de ser anfitrión.
EMBAJADOR DEL KARATE CON LA UNESCO EN COREA DEL SUR |
---|
Matías Gómez vivió a finales del pasado año 2017 una experiencia “muy bonita y muy positiva, tanto en lo personal, como en lo deportivo”, como la calificó el karateka. El bolañego hizo las maletas para viajar hasta la ciudad de Chungju (Corea del Sur), en donde durante tres meses participó en el programa de la UNESCO denominado “Martial Arts Research Initiative for Experts” (Marie), que aboga por introducir los deportes de artes marciales en la sociedad. “Era una experiencia única que tenía que vivir. Un tren que se coge una vez en la vida y había que hacerlo”, explica Matías, que destaca que “convivir con gentes que tienen otros hábitos, otra cultura, ha sido muy beneficioso para mí”. El karateka explica sobre ese programa que el objetivo “era difundir las artes marciales, en mi caso el karate, en la sociedad como una forma de solucionar problemas. La idea va encaminada a eso, a practicar el deporte para no meterse en problemas, a tener valores como la disciplina, el respeto, la empatía con el compañero…”. Matías Gómez aprovechó, además, su viaje por al país asiático para trasladarse a Japón y competir en la prueba de la Serie de Karate de Okinawa, en la rozó la medalla al terminar cuarto. |
Con la mirada puesta en Tokio, Matías Gómez reconoce que el hecho de que el karate haya entrado en los Juegos Olímpicos “se ha notado mucho, ha dado un plus a este deporte. Ahora yo noto que tiene más repercusión, entra más en las agendas de los medios. Y los países van desarrollando más proyectos con vistas a esos Juegos. Creo que se ha especializado más este deporte”.
Por ello, la Federación Española de Karate va a intensificar las concentraciones de la selección española, en la que Matías Gómez es un fijo en los últimos años. Y especialmente va a impulsar la participación de los nuestros en el mayor número posible de competiciones internacionales, algo necesario para potenciar el ya de por sí buen nivel del karate español, pero que en pasados años se echaba en falta entre los deportistas. Así, Matías espera competir en este 2018 en casi todas las pruebas del Circuito Mundial, además del Campeonato de Europa Absoluto, del 10 al 13 de mayo en la ciudad de Novi Sad (Serbia), y del Campeonato del Mundo, con sede en Madrid del 5 al 11 de noviembre.
Precisamente ese Mundial es este año 2018 el gran objetivo de Matías Gómez, por el hecho de que “se celebra aquí en España y es el campeonato por excelencia del karate. Además, hay que tratar de sumar los máximos puntos posibles para los Juegos Olímpicos y en él se repartirán muchos”, comenta.
Desde hace muchos años residente en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid (CAR), dedicado allí casi los siete días de la semana a entrenar y a competir a la vez que estudia Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (INEF), carrera en la que está a solo una asignatura de terminar, al margen del trabajo de fin de Grado y de prácticas, Matías Gómez arranca un año nuevamente prometedor para uno de los deportistas con mejor currículum de la provincia. Tantos años ya saltando al tatami y golpeando con puños y piernas a sus rivales no han debilitado lo más mínimo la ilusión de karateka que entrena día a día como el que más. Y ahora no se le va de la cabeza la posibilidad tan esperada de poder competir en la mayor cita del deporte mundial. El sueño de la cita olímpica de Tokio le espera en ese año 2020. Pero el camino para estar en esos Juegos Olímpicos empieza en este 2018.
lanzadigital
Más historias
El kárate debutará en los Juegos de los Pequeños Estados de Europa de 2025
Nuevos reglamentos RFEK 2024
¿Qué dice nuestro Presidente?