Aspira a hacer historia en los próximos juegos olímpicos e inspirar a los nuevos atletas.
Alexandra Grande patea con gran fuerza, esa misma que le pone para hacer realidad cada sueño planteado. Ahora, sin demora, sigue entrenando fuerte para consolidar su pase a Tokio 2020, certamen en el que desea hacer historia para engrandecer más su apellido y convertirse en la primera peruana karateca en obtener una medalla olímpica.
Para alcanzar su meta, Grande continúa con sus entrenamientos en la Villa Deportiva Nacional (Videna), sede administrada por Legado, desde donde planea su estrategia para hacerse del cupo olímpico. Maneja la opción de sumar puntos importantes en una gira internacional que le permitirá convertirse en la mejor exponente de América, galardón que le brindaría la plaza a Tokio 2020. Se alista a viajar en diciembre a Europa, donde apunta a competir en la Premier League de Karate en Moscú (Rusia). También estará en la Premier League de Marruecos en abril del 2021. En estos dos certámenes buscará quedar como la mejor del continente americano.
“Compito contra una brasileña por ser la mejor deportista continental. En abril haré un cálculo, pero recién en junio sabré si cumplí el objetivo, una vez que la World Karate Federation (WKF) haga oficial los resultados. Ahora toca sumar en los próximos torneos. Se trata de un reto grande y estoy concentrada en eso”, manifiesta la karateca de 30 años.
Estar ubicada en el puesto nueve de la WKF y lejos de los cuatro primeros casilleros con clasificación directa a Tokio 2020 hace que Alexandra Grande analice la posibilidad de recorrer un segundo camino para asegurar el boleto.
Mira con optimismo su participación en el Preolímpico de París, pospuesto para el próximo año. El certamen repartirá plazas a las distintas categorías de karate que serán olímpicas, entre ellas destaca la modalidad de la exponente nacional: kumite femenino -61 kilos.
“Ahora trabajo la parte del fortalecimiento para recuperar el peso de las cargas. Estuve en Europa y luego me tocó estar en casa. El año pasado me colocaron plaquetas y hace unas semanas me volví a infiltrar para seguir dándole duro a los entrenamientos”, cuenta la bicampeona panamericana.
Pasos sólidos
En cualquiera de las rutas que la lleve al certamen ecuménico, Alexandra, junto a su entrenador, está dispuesta a hacer lo que sea para vivir ese momento que ha esperado toda su vida.
“Con mi entrenador nos hemos proyectado hacer historia en Tokio 2020. Primero es clasificar y también haría historia porque sería la primera karateca peruana en participar en unos Juegos Olímpicos. Queremos demostrar que el Perú es uno de los mejores en esta disciplina, no quiero hablar de medalla, pero estoy segura de que las cosas saldrán mejores de como las estamos planteando”.
Agregó: “Desde pequeña tengo el sueño de que mi deporte sea olímpico. Cada día me despierto con esa sensación de querer estar allí porque es la primera vez que la disciplina que amo será parte del programa y, tal vez, sea la última. En definitiva, será el mejor momento de mi vida”, manifiesta la peleadora.
Alexandra siempre demostró ser una persona que cumple los retos que se propone. Desde que se inició, los sueños fueron apareciendo. Se propuso ser la mejor del mundo y tener los laureles deportivos; y lo logró.
“Siempre me he propuesto objetivos altos. La sensación de ser bicampeona panamericana en mi país fue lo mejor que experimenté hasta ahora, por lo que significaba para la gente. No lo sabía hasta que vi el desborde y eso creó en mí una presión por ganar la medalla”.
No obstante que está concentrada en el presente, la peleadora no deja de mirar de reojo aquel momento en que le toque retirarse. Cuando llegue ese instante anhela que la gente la recuerde por su lucha para subir cada peldaño.
“No quiero que se me reconozca por las medallas, sino porque fui una de las mejores deportistas del Perú; y que tengan en mente que para mí no fue fácil porque llegar a la cima significó una lucha constante desde pequeña hasta ahora. Me gusta inspirar a las personas o que los nuevos deportistas se vean reflejados en mí, de que no se necesita tener todo a la mano para lograr los objetivos. Uno mismo puede armar su propio destino”, manifestó la karateca, quien se proyecta a tentar la gerencia deportiva una vez que acabe su etapa atlética.
“Mi cabeza está enfocada hasta los Juegos Panamericanos de Chile 2023. Luego estudiaré algo ligado al deporte, con la intención de estar metida en proyectos. Es una decisión tomada”, aseveró.
elperuano
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